La vida del fotógrafo está siempre llena de ideas que le burbujean en la cabeza. Con la madurez fotográfica se va pasando desde la búsqueda desenfrenada de motivos y temas inconexos y desordenados hacia una cierta ordenación de los conceptos y los mensajes que se desean transmitir y expresar a través de un lengua visual propio.
Esta ordenación la lleva a cabo a través de series, trabajos seriados o proyectos. También llamados portfolios o cuadernos donde va recogiendo, sin demasiado orden al principio, a modo de tentativas, imágenes que encajan y cumplen con las ideas madre de aquello que quiere mostrar o de aquellos que forma parte de sus preocupaciones u obsesiones.
Bajo el menú PROYECTOS se irán presentando distintas ideas catalogadas, siempre abiertas y en principio sin fin, hasta que les llegue el momento de la clausura por agotamiento de la idea, desinterés por el tema o cansancio físico y/o mental.
Algún día, estos proyectos, podrán acabar su historia impresos en un fotolibro o montados en una exposición, no se sabe bien.
Esta ordenación la lleva a cabo a través de series, trabajos seriados o proyectos. También llamados portfolios o cuadernos donde va recogiendo, sin demasiado orden al principio, a modo de tentativas, imágenes que encajan y cumplen con las ideas madre de aquello que quiere mostrar o de aquellos que forma parte de sus preocupaciones u obsesiones.
Bajo el menú PROYECTOS se irán presentando distintas ideas catalogadas, siempre abiertas y en principio sin fin, hasta que les llegue el momento de la clausura por agotamiento de la idea, desinterés por el tema o cansancio físico y/o mental.
Algún día, estos proyectos, podrán acabar su historia impresos en un fotolibro o montados en una exposición, no se sabe bien.