Desolación del Cristianismo
Aparentemente y en sus orígenes, el Cristianismo era una religión salvífica, comunitaria, gozosa, que compartía las alegrías y dolores de sus miembros, eclesial, ecuménica, dominada por el altruismo y, fundamentalmente, esperanzadora.
Su símbolo o icono por excelencia es la cruz. Curiosamente, este objeto representa la muerte, el dolor, el sufrimiento, la desesperanza, la tortura romana y el abandono.
No es infrecuente encontrar en nuestras geografías representaciones crucíferas en los bordes de los caminos, en los cruces de vías, en los mal llamados camposantos o aisladas y abandonadas en medio de los montes, rasos o descampados. Suelen adoptar la forma material de calvarios, cruceros, cruces conmemorativas de piedra o de madera, vía crucis, etc.
Mi mirada se dirige hacia estas representaciones en los lugares que acabo de enumerar y busca hacer patente los aspectos de destrucción sobre los contenidos y conceptos originales del Cristianismo, al igual que la aflicción y angustia que produce su visión, su contemplación aislada, normalmente en espacios abiertos, e incluso el vestigio de destrucción que por su propia naturaleza y fin contienen las cruces cristianas: instrumento o medio de tormento y escarnio.
Trato de unir dos conceptos, fundamentalmente: la nada o el vacío (representado por paisajes vastos y yermos) y el símbolo del Cristianismo: la cruz. La resolución de esta dialéctica producirá un nuevo concepto en forma de síntesis: el descreimiento, que puede ser personal o colectivo. En todo caso, todo esto es ya anacrónico, fuera de tiempo.
Conceptos sinónimos de "desolación": angustia, desamparo, tristeza, dolor, pesar, devastación, asolación, ruina, abandono, aridez, estrago, sinsabor...