|
Algo sobre míNacido en el año 1956, en Bilbao, me inicié en la fotografía con una simplísima Kodak Instamatic, casi de juguete, a la edad de 15 años. Se trataba sólo de encuadrar y disparar. La película venía en un chasis que se insertaba directamente en el interior de la cámara. Todavía conservo algunas fotografías en papel (eran en formato 1:1) y a decir verdad que aún conservan bien el color.
Pasaron los años, y ya de estudiante universitario y trabajando duro en los veranos, pude adquirir mi primera cámara SLR, una mítica Zenit TTL rusa (entonces soviética), que pasó a mejor vida gracias a un fatal descuido mío (eran los felices 70). Con esta máquina pude hacer mis primeros pinitos y pruebas en laboratorio con el revelado en blanco y negro y su impresión en papel. Era una máquina dura y sobria, con lo justo y necesario para impresionar los negativos, ya de 35 mm. Con los primeros sueldos, ya metido en el mundo del trabajo, hacia los 25 años, me hice con la cámara y los objetivos que me han acompañado durante casi toda mi vida: la Canon AE-1 y los Vivitar 75-205 mm y Canon 50 mm y 35 mm, magníficos. Fueron casi veinticinco años, con algunas interrupciones debidas a la paternidad, en los que viajamos juntos por ciudades y aldeas, por desiertos y verdes valles, la Gran Manzana, Marruecos, Europa, mi tierra… Euskalherria, etc… Pero donde dio todo de sí fue en la montaña, en la alta montaña de los Pirineos, los Alpes, el Alto Atlas, y en las montañas del país, en duras ascensiones y en accidentados descensos, en peligrosas escaladas en hielo y roca y en descensos de barrancos. Siempre adelante, sin fallar. Me introduje en la era digital con una cámara prosumer, la Konica-Minolta Dimage A2, una excelente compacta que me abrió las puertas al estudio y práctica de los píxeles y del procesado con programas de revelado y edición fotográfica. Algunos frutos de esta cámara se pueden ver en formato de libro precisamente en las publicaciones correspondientes a los años 2005 y 2006. Es a partir del año 2007 cuando me introduzco, ya con más tiempo y menos obligaciones familiares, en las cámaras SLR-D, con una Nikon D200 de objetivos intercambiables (70-200 mm, 17-55 mm, 50 mm, 10-20 mm y 150 mm macro). Esta cámara me dio muchas satisfacciones y con ella conseguí hacer la correcta adaptación y transición desde la fotografía analógica a la digital. Sin embargo, echaba de menos el formato completo de sensor, el equivalente al antiguo formato de 35 mm de haluro de plata de las cámaras de carrete. Deseaba volver a mirar por el visor y saber que lo que veía era lo que iba a fotografiar, en sus proporciones exactas y sin tener que hacer constantes cálculos con el factor de multiplicación 1,5. Y así, a finales del año 2009 entró a formar parte de mi vida la Nikon D700 y, por consiguiente, el cambio de ópticas adecuadas para este nuevo sensor. Suelo llevar conmigo una cámara compacta de calidad, la Nikon Coolpix P7100, con el fin de usarla en situaciones en las que no llevo el “equipo pesado” pero que me permite manejar los controles manuales y disparar en formato RAW. Dispongo también de un segundo cuerpo DRSL, una Nikon D2x, para trabajos y situaciones especiales. Y recientemente he adquirido un tercer cuerpo, la Nikon D3s, que es una delicia para la fotografía deportiva. Soy miembro, desde el año 2014, de la Asociación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra (AFCN). Miembro del grupo fotográfico Colectivo Zzzz, Guerra a la Tristeza, desde el año 2014. Mis intereses fotográficos son muy variados. Me considero paisajista y fotógrafo de arquitectura y urbano, pero no desdeño hacer incursiones en otras modalidades de fotografía: bodegón, retrato, fotorreportaje, deportiva, creativa, etc. Busco reflejar en mis fotografías realidades cotidianas y hechos o fenómenos singulares, emociones latentes y estados de ánimo variados, contradicciones y absurdos, surrealismo e hiperrealismo, minimalismo y complejidad. |