Inesperado encuentro con la luz una tarde de octubre
En ocasiones, las cosas suceden sin planearlas. Sucedió una tibia tarde del mes de octubre cuando me encontraba visitando la ermita de San Zoilo, en Cáseda (localidad de Navarra). Entonces los rayos del sol atravesaron una pequeña vidriera y proyectaron sus luces de color sobre la pared de enfrente de la nave.
Visto y hecho. Fueron sólo diez minutos lo que duró la proyección de formas y colores sobre el muro. Ambos elementos iban cambiando constantemente, ofreciendo a cada pocos segundos imágenes muy diferentes de los segundos anteriores y posteriores.
Presento en esta exposición temporal, una selección de diez de estas imágenes que pude captar, sin trípode, aquella tarde de octubre en la que, inesperadamente, tuve un encuentro con la luz.